1. Japón en flor
Entre marzo y abril, Japón se viste de rosa con la llegada del sakura (la flor del cerezo). Ciudades como Kioto, Nara o Kanazawa se transforman en escenarios de cuento donde pasear de la mano por jardines y templos milenarios. Dormir en una ryokan (posada tradicional), probar la gastronomía japonesa en una cena privada o bañarse en un onsen con vistas al bosque son experiencias que refuerzan cualquier conexión.
2. Santorini al atardecer
Santorini es el destino ideal si sueñan con vistas infinitas al mar, pueblos blancos colgados de acantilados y puestas de sol inolvidables. Alquilar una villa con piscina privada en Oia o Imerovigli y recorrer la isla en quad o barco les permitirá descubrir calas escondidas, bodegas locales y playas de arena negra. La luz de Santorini tiene algo especial… y el ambiente, aún más.
3. Safari en Tanzania
Para las parejas que buscan algo diferente, un safari en África puede ser tan emocionante como romántico. En Tanzania, recorrer el Serengeti o el cráter del Ngorongoro en un 4x4 privado les permitirá ver elefantes, leones y jirafas en su hábitat natural. Al caer la noche, podrán dormir en tiendas de lujo con todas las comodidades, rodeados de naturaleza y bajo un cielo estrellado.
4. Patagonia en otoño
En los meses de marzo a mayo, la Patagonia se tiñe de rojos y dorados, creando un escenario único para explorar. En el lado argentino, El Chaltén y el glaciar Perito Moreno ofrecen rutas para caminar a su ritmo, mientras que en Chile, Torres del Paine combina aventura y descanso en lodges exclusivos. Es un destino para respirar aire puro, desconectar del mundo y reconectar entre ustedes.